Pensar en la comunicación que usamos para dar a conocer nuestra marca, es pensar en nuestra carta de presentación. Hoy en día no es suficiente contar con un buen producto, la forma en la que nos acercamos al consumidor es una parte determinante para poder alcanzar con éxito el objetivo de compra. En este sentido, es esencial contar con una estrategia de comunicación potente que logre transmitir al cliente lo que somos como organización. Para conseguir este efecto, la coherencia es la clave.
Cómo lograr coherencia en nuestras comunicaciones: el éxito de empresas como Apple o Amazon no solo reside en lo que ofrecen sino en cómo se muestran al mundo: como un “todo”, que crea lazos de confianza y fidelidad con el cliente. En este sentido, mantener una comunicación homogénea a través de los canales que configuran nuestra organización es esencial porque sustenta la estructura de nuestra identidad.
El todo como consecuencia de las partes
Nuestro ecommerce se conforma como un cuerpo en el que cada una de sus extremidades cuenta. Su coherencia dependerá del cuidado que le pongamos a cada una de esas partes. No podemos pretender que el consumidor se fije en nosotros si no tenemos una presencia clara en los canales que hemos elegido para dar a conocer nuestro servicio. Para conseguirlo, tendremos que trabajar la coherencia comunicativa previamente con el fin de determinar la forma en la que nuestra marca llegará al público.
Cuidar el diseño visual de nuestra organización, generar una creación de contenidos acorde a lo que ofrecemos o establecer una filosofía que refleje una visión de vida y ponga cara a nuestro equipo humano, son detalles que facilitan que el público se identifique con nuestra marca y deposite su confianza.
Tips para lograr coherencia en nuestras comunicaciones
1. Crear identidad de marca. No podemos tener logos distintos en nuestra web, redes y tienda online. Lo mismo ocurre con la tipografía o las imágenes que empleamos. El diseño gráfico comunica un mensaje visual que también cuenta algo sobre nosotros y es importante que quede unificado. Obviarlo solo provoca confusión, lo que se traduce en fuga de clientes y en un peor posicionamiento.
2. Saber ser selectivos. Cada canal que utilizamos es una flecha para llegar al consumidor. En este sentido, debemos ser muy conscientes de cuál es nuestro público objetivo y crear un contenido que sea acorde no solo a nuestra filosofía, sino también a las personas a las que queremos llegar. Lo mismo ocurre con las redes sociales, ¿es productivo tener presencia en todas o solo en aquellas donde sabemos que nuestro público está instalado? Quizás no tiene sentido tener un canal de Twitch si nuestro target ronda entre los 45 y 60 años. En este aspecto, te recomendamos que le eches un vistazo a nuestro post «qué hacer con las redes sociales que no dan retorno» para tener más información.
3. No descuidar la comunicación offline. Lo mismo que reflejamos de forma virtual, debe quedar plasmado en nuestra vida física. Aspectos como el cuidado del packaging, folletos o tarjetas de presentación no deben descuidarse. Incluso el trato que recibe el cliente en la tienda física debe estar unificado con su experiencia online.
4. Una comunicación interna fiel a la externa. El sueño de mi vida era trabajar en “X” tienda porque su filosofía me entusiasma, pero cuando lo consigo me encuentro con un escenario que nada tiene que ver con el que aparentaba. Esto no puede suceder. No podemos vender felicidad y buen rollo y que trabajar para nosotros sea un infierno. El cuidado que le proporcionamos a nuestros clientes es tan importante como el que debemos proporcionar a nuestros empleados.